28 de Noviembre

El día 28 de Noviembre sigue siendo el aniversario del día más feliz de mi vida. Así lo pensé el año pasado y así intento sentirlo. Quizás por esto es para mí el día más triste del año. Son 3 ya los cumpleaños sin IÑIGO, este año serían 12.

Hace tiempo leí en algún sitio que el duelo se elabora en un tiempo aproximado de dos a tres años, es decir, que tras este tiempo después de mucho dolor, mucho llorar, y mucho expresar, se llega a esa etapa en la que los recuerdos de esa persona querida, pueden darte incluso alegría. Ese es mi objetivo ahora, llegar a ese recuerdo sereno de IÑIGO y con IÑIGO. Llegar a sentir otra vez a IÑIGO con el recuerdo de nuestras vivencias.

Yo personalmente quiero decir, que en este momento siento mas rabia que hace dos años, y son muchos los días con más tristeza que al principio. Quizás ahora sea mas consciente de la situación que estamos viviendo, ahora además de SABER que IÑIGO no está, SIENTO su falta mas que nunca.

Aunque es cierto que energía no me falta, sigo haciéndome cada mañana la misma pregunta ¿por qué sigo?, y creo que he aprendido a hacerlo por mí.

En este afán de recoger recuerdos, tuve un encuentro muy importante el 17 de Diciembre. Una cena en la Pizzería con los amig@s de IÑIGO, quería agradecerles su participación con la flauta en la celebración, y la actitud que han tenido hacia nosotros. Ell@s tienen una parte de EL que yo no tengo. Me quedé sorprendida del recuerdo tan bonito que tienen de EL y de las cosas que me contaron.

Cenamos 17 amig@s de IÑIGO y yo. Cuando llegué a la pizzería ell@s ya estaban allí preparando el encuentro. Me recibieron con alegría como siempre y me llevaron con los ojos tapados hasta la mesa. Allí estaba la sorpresa, unos carteles con mucho color y mucho cariño que decían: “IÑIGO SIEMPRE CON NOSOTROS” y unas velas en la mesa para recordarle. Éramos muchos y unas palabras tapaban a otras, así que les pedí que estas vacaciones de Navidad, me escribieran alguna vivencia con IÑIGO, aunque fuera una bronca. Quizás algún día pueda ilustrar estos recuerdos ó publicarlos en este blog.

A las pizzas invité yo, pero a los pastelitos invitó IÑIGO, con sus ahorros.

Tuvimos momentos de mucha emoción, pero también de muchas risas, y les dije lo que siempre digo: “para poder reír, primero hay que llorar"... Eso es lo que hicimos.

Un beso muy fuerte a los que estuvieron, y también a los que no pudieron venir.

Marijo, la ama de IÑIGO.

"into my arms". Nick Cave